COLUMNAS DE OPINIÓN

Cambios acelerados que impulsan nuevos desafíos

Mónica Cavallini

La industria de los servicios financieros y particularmente la de administración de activos, está atravesando un periodo de cambios acelerados, asociados de manera especial a las demandas de los inversionistas y reguladores por propuestas de valor alineadas con una nueva manera entender el rol del ahorro. El origen de este fenómeno se remonta hace varias décadas, pero probablemente su desarrollo se ha acelerado después de la crisis global de 2008 y con la pandemia. Durante este periodo una serie de iniciativas y propuestas relacionadas con las políticas públicas y la organización del sistema económico han ido generando consensos, y materializándose en distintos tipos de acuerdos, compromisos y regulaciones. Un ejemplo de esto, son los temas relacionados al medio ambiente, particularmente el cambio climático, donde una de las respuestas de la industria financiera global ha sido la adopción de prácticas, procesos asociados a la inversión responsable, y a la vez, la expansión de su oferta de valor a lo que podríamos denominar la “inversión responsable” o, incluso, la “inversión de impacto”.

Chile ha sido parte de esta evolución global, y sus instituciones participan activamente de este proceso. Un ejemplo del compromiso con esta temática es el “Acuerdo Verde” de 2019, impulsado por el Ministerio de Hacienda. Esto comprometió a múltiples actores, del sector público y privado, en un esfuerzo de largo plazo, que busca contribuir a la estabilidad financiera y al cumplimiento de diversos compromisos del Estado de Chile en materia climática. La industria de Fondos Mutuos, a través de esta asociación, participa activa y voluntariamente de este acuerdo.

Hoy los propósitos ambientales son parte de la agenda de las administradoras de fondos, ya sean pequeñas o de gran tamaño, vemos cómo la consideración de factores de riesgo no financieros es un instrumento más para cumplir con el rol fiduciario de la industria.  En este sentido, ESG tiene un rol/papel importante no sólo desde el punto de vista del riesgo y retorno, sino que también en cómo se estructura la industria de fondos mutuos. Señales de este alineamiento son varias, entre las que se destaca la adhesión a los Principios de Inversión Responsable (PRI) por gran parte de nuestros asociados. También en el último tiempo, han surgido nuevas estrategias que han desencadenado en la proliferación de nuevos fondos mutuos sostenibles (al menos 10), todos los cuales aun cuando no exista una taxonomía común en términos de qué se entiende por ESG, comparten el propósito de entregar a los partícipes alternativas de inversión rentables, competitivas e inclusivas que generen un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

La incipiente y creciente oferta, va de la mano con la sofisticación y desarrollo de la industria de fondos mutuos y el mercado financiero. Esta tendencia, evidencia también cómo los managers se han perfeccionado y mejorado su habilidad de analizar y comprender factores ESG, pero al mismo tiempo marca la agenda en términos de avanzar en mejorar y estandarizar los criterios para divulgar información (disclosure), permitiendo así a las personas y todo tipo de inversionistas, disponer de información útil para comparar tanto aspectos como alternativas de inversión sustentables.

Sin duda la adopción de prácticas sostenibles y las inversiones ESG se mantendrán en la agenda de todos los actores del mercado financiero y su consolidación continuará en la medida que maduren diversos aspectos. Y como dicen las recomendaciones de Naciones Unidas en la materia, Who cares wins.

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